lunes, 6 de mayo de 2013

Hipócritas y beodos.


José Lull (1933): Monaguillo probando el vino de misa.



Confía más en el eructo de un borracho 

que en la oración de un hipócrita. 


El borracho dirá la verdad que entiende, 

y el hipócrita la verdad que le conviene. 


El borracho dirá que habló contigo, 

y el hipócrita dirá que el borracho eras tú. 


Por tanto, nunca bebas con un hipócrita porque el que se emborracha es él 

y eres tú quien va a su infierno.


(@suarezgallego)

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