José Lull (1933): Monaguillo probando el vino de misa.
Confía más en el eructo de un borracho
que en la oración de un hipócrita.
que en la oración de un hipócrita.
El borracho dirá la verdad que entiende,
y el hipócrita la verdad que le conviene.
y el hipócrita la verdad que le conviene.
El borracho dirá que habló contigo,
y el hipócrita dirá que el borracho eras tú.
y el hipócrita dirá que el borracho eras tú.
Por tanto, nunca bebas con un hipócrita porque el que se emborracha es él
y eres tú quien va a su infierno.
(@suarezgallego)
y eres tú quien va a su infierno.
(@suarezgallego)
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